Este es un artículo realizado con fines educativos. Las autoras son Laura Salas, Sandra Mena y Naza Milán.
Como jugadoras de videojuegos, competitivamente o de forma casual, estamos -por desgracia- bastante familiarizadas con el acoso y discriminación hacia nosotras durante las partidas por el simple hecho de ser mujeres. Por este motivo decidimos indagar en el tema y exponerlo en clase como artículo sociológico. El objetivo es buscar motivos que lleven a los hombres a realizar esas conductas machistas y exponer algunos de los casos más serios que hemos vivido en los últimos años. A su vez el artículo estará dividido en diferentes entradas que publicaremos cada viernes hasta llegar a su fin para hacer más amena la lectura. Inauguramos así la sección #MujeresGuerreras, un lugar donde expondremos luchas y visibilizaremos a luchadoras de nuestra sociedad.
Introducción
El mundo de los videojuegos lleva años siendo uno de los pilares de la cultura del siglo XXI, formando parte de movimientos tanto artísticos, de entretenimiento y sociales siendo así una combinación perfecta de entretenimiento tanto para jóvenes como para adultos.
En los años 70 los videojuegos tenían escasos 10 años de vida, llegando en 1972 la primera competición de este género. Desde 1972 hasta 2019 tanto el número de jugadores como el de videojuegos competitivos o no ha crecido. Según Statista, el porcentaje de mujeres jugadoras de videojuegos en 2018 es un 44% frente a un 56% de hombres. Siguiendo estos datos tan similares, la lógica incluiría que, profesionalmente deberían existir similar porcentaje de jugadores como de jugadoras pero la realidad nos muestra que no solo es que el número de mujeres profesionales sea inferior, sino que el ciberacoso y machismo que existe en el mundo de los videojuegos influyen para que las mujeres opten por no profesionalizarse o incluso no mostrar públicamente su género por miedo al acoso.
Con este estudio se planea demostrar la existencia de comportamientos machistas tóxicos que afectan a las mujeres a la hora de participar en videojuegos de forma competitiva. A su vez, se busca encontrar una razón al porqué de esos comportamientos compartiendo información sobre casos de acoso a mujeres profesionales o no. La gran mayoría de creadores de videojuegos son hombres, lo que genera varios problemas, destacando:
- Las mujeres carecen de referentes en el mundo de los videojuegos:
- Al conocerse pocas creadoras, las mujeres que deseen dedicarse a los videojuegos en el apartado de creación y desarrollo tienen más miedo a verse solas.
- Las mujeres más jóvenes tienen menor interés en jugar a videojuegos al no encontrar personajes femeninos con los que verse representadas.
- Las mujeres suelen asociarse a un rol dentro del juego de ‘apoyo’, que generalmente está sexualizado y es incapaz de matar.
- A su vez, las jugadoras temen mostrarse públicamente pues existe un menor número de mujeres que pueda jugar públicamente sin recibir acoso.
- El número de mujeres jugadoras de videojuegos profesionalmente es severamente inferior al de hombres jugadores.
En los siguientes apartados podremos obtener ejemplos, encuestas y estadísticas sobre el tema a tratar.